La victoria del porvenir es una compilación que reúne algunos artículos publicados en el semanario La Palabra escritos por el Beato entre 1917 y 1919, agrupados en la sección que Anacleto tituló con cierta ironía: «He ahí el enemigo», en alusión a la expresión del político francés, León Gambetta, que en la tribuna de la Asamblea Nacional exclamó: «¡La clerecía, he ahí el enemigo!». 

Haciendo un estudio histórico, Anacleto denuncia el proceso revolucionario dando voz a los máximos representantes de la masonería, exponiendo a través de ellos las características, motivaciones y afectos de esa secta. Lo hace para advertir a la juventud y a los obreros de la incompatibilidad de estos grupos con su fe católica y para denunciar la incongruencia de aquellos que dicen actuar como benefactores de la sociedad mientras ocultan su verdadero programa.

A través de su análisis de la revolución nos enseña que toda transformación social debe ser evaluada a la luz de los principios del Evangelio. Para ello hace énfasis en que la solución definitiva es «volver el pueblo a Dios o, por lo menos, fundirlo en el molde recio y firme de la organización». Frente a la revolución, la propuesta de Anacleto sería una advertencia contra el riesgo de sacrificar los fundamentos espirituales de la civilización en nombre de un progreso temporal. Asimismo, su testimonio nos invita a participar activamente en la construcción de una sociedad más justa, guiados siempre por la fe, la esperanza y la caridad.